A finales de 2017 formamos Latxan, la Asociación de Comerciantes y Hosteleros de la Txantrea, porque en los últimos años son muchas las tiendas y bares del barrio que han ido cerrando la persiana. Esa pérdida sostenida en el tiempo amenaza con convertir la Txantrea en un barrio dormitorio. Porque un barrio sin bares ni tiendas, es un barrio sin vida.
Para hacer frente a esta situación, los pequeños comercios y bares de LATXAN unimos nuestras fuerzas para dar más dinamismo y vida al barrio, trabajando codo con codo con el vecindario y los colectivos del barrio para que las calles de la Txantrea sigan llenas de vitalidad.
Cada pequeña decisión de compra conlleva una serie de repercusiones. No se trata de demonizar ningún canal, pero si de consumir con coherencia y responsabilidad. El pequeño comercio de proximidad es sin duda el que mayor vitalidad, servicio, trabajo y riqueza aporta a la comunidad, por lo que invitamos a consumir preferentemente en él, como forma de hacer barrio. También es el canal más ecológico y sostenible, porque no tenemos que desplazarnos, ni hace falta que nos traigan un paquete exclusivamente a nosotros desde la Conchinchina con la huella de carbono y desperdicio energético que ello supone.
Su mayor seña de identidad es la cercanía humana. Los pequeños establecimientos del barrio ofrecen un trato cercano, personalizado, que no se encuentra en ningún otro canal comercial. Es comercio con nombre propio, en el que la clientela sabe como se llaman las personas que les atienden y viceversa. Esta características, cobra aun mayor importancia en un barrio como el nuestro, demográficamente envejecido, y con un problema creciente de soledad entre los y las vecinas más mayores. El pequeño comercio les ofrece una posibilidad para socializar diariamente, a la vez que sirve muchas veces para detectar ausencias anómalas.
Necesitamos tu ayuda, ya que en los últimos años los hábitos de consumo están cambiando y cada vez más vecinos y vecinas realizan las compras en grandes superficies, internet o en el centro. Esto ha conllevado el cierre de muchas tiendas y bares, llenándose el barrio de bajeras vacías. Nuestros hábitos de consumo tienen una consecuencia directa en la sociedad. Comprando y poteando en el pequeño comercio del barrio, fomentamos una Txantrea más vital, se crea empleo in situ y fortalecemos la comunidad de la que formamos parte todas las personas que vivimos aquí.
Queremos agradecer a toda la clientela la fidelidad y apoyo. Y animar a todo el vecindario a hacer vida en el barrio.